La zona comprendida entre La Junta y Lago Verde, en la mágica Patagonia Norte, es un verdadero tesoro de productos locales que reflejan la riqueza natural y cultural de este rincón austral. En cada lugar de estas localidades, manos expertas y apasionadas trabajan para crear productos únicos que encierran la esencia del entorno patagónico.
Los quesos artesanales, elaborados con dedicación y técnicas tradicionales, deleitan con sus sabores auténticos y texturas cremosas, convirtiéndose en un emblema de la gastronomía local. A esto se suman los frutos y berries silvestres, como maqui, mosquetas y frambuesas, que no sólo endulzan los días, sino que también evocan la pureza y diversidad del paisaje.
Las carnes, criadas de manera natural en extensos campos patagónicos, destacan por su calidad inigualable y sabor auténtico. Estos cortes representan no sólo una tradición culinaria, sino también un compromiso con prácticas sustentables y respetuosas del medio ambiente.
La creatividad de los habitantes también se manifiesta en la elaboración de licores artesanales como el gin, infusionado con hierbas locales que aportan notas únicas e inconfundibles. Por otro lado, las cervezas artesanales, con su carácter robusto y matices variados, son el resultado de la fusión entre las aguas puras de la Patagonia y el ingenio cervecero.
Entre La Junta y Lago Verde, estos productos no sólo son una fuente de orgullo local, sino también una invitación para quienes visitan la región a sumergirse en una experiencia sensorial que conecta directamente con la naturaleza y la tradición. Aquí, cada queso, fruto, licor o cerveza cuenta una historia; una que merece ser compartida, saboreada y celebrada.